Había una vez un pollito inglés
que se fue a Francia y se volvió francés.
Este es el cuento de un soldado
que no empezó y ya está acabado.
Esta es la historia de un saltamontes
que salta y baila y siempre se esconde.
¿Sabes tú dónde?
Había una vez un molinero
que molía con esmero,
día y noche sin parar,
para que así el panadero
pudiera hacer pan.
En la ladera de una monte
vivía un guapo cerdito,
José Tomás se llamaba
y era muy lindo y bonito.
Un ratoncito iba por un descampado
y este cuentecito se ha acabado.
¡¡esta entrada es genial!! No se si tomarmela como cuentos mínimos o incluso como chistes algunos de ellos. Son graciosos, divertidos y sin sentido. A los niños les encantará.
ResponderEliminarEn el blog predominan los colores suaves, que ayudan a la concentración, bien estructurado y destacados los títulos.
Espero que hayas disfrutado trabajando en el blog.
Raquel Gómez Cabrerizo